viernes, 28 de abril de 2017

El Secreto del Padre Peiró | Barcheta, Valencia 1911.

En el acervo de nuestro querido costumbrismo ibérico, las historias de emparedados van de dichos y oidas en algún momento de nuestras tertulias y comentários. En Abril de 1911, el nuevo párroco de Barcheta vivió uno de estas historias de primera mano.

 El recorte que aquí se presenta no tiene desperdicio. Acaba con dos mitos de un plumazo para hacerlos realidad y, por cierto, a buen tamaño de columna. Por un lado, confirma un hecho dentro de las leyendas referidas de "tabique y osamenta" y por otro... ¿nos suena ese refrán popular de: "No digas de este agua no beberé y este cura no es mi padre"?, pues a las pruebas me remito. Sobre los testigos del hecho casi toda la indiosincrasia rural española: el párroco, la guardia civil, las criadas y las "comentadoras", que tan útiles fueron para el esclarecimiento de lo acontecido.

 Desde esta redacción no se ha encontrado aun nada más sobre que fue del "padre" Peiró, ni del asunto que aquí se plasma, pero aquello de dar aquella cuna a un recién nacido (ya no hablamos de aborto, sino de posible asesinato), y la "hidropesía" es de un retorcimiento poco acostumbrado para las crónicas de la época.

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